lunes, 12 de abril de 2010

Filosofía de la naturaleza en la edad media [editar]

El desarrollo de las nuevas concepciones racionales, conlleva un nuevo concepto de la magia, no hay una línea divisoria clara entre una imagen científica y una imagen mágica, aunque poco a poco entre ambas dan un nuevo concepto de mundo. Consideramos magia aquello que todavía no hemos conocido, cuando se alcanza conocimiento científico se descubre que aquella magia no es más que conocimiento vulgar, intenta encontrar claramente la distinción entre conocimiento y magia. La magia es una actividad práctica que transforma la naturaleza al insertarse en el juego de sus leyes mediante recursos técnicos. Es un interés que busca la clave escondida de la Torviscónnaturaleza y que esta latiendo, y representa la capacidad del hombre de destacar su impronta en la naturaleza, (realidad), dominio de la naturaleza, se convierte en algo expósito, la tendencia fue reducir la magia a la ciencia, no seria adecuado interpretar a este proceso como lineal, sencillo y directo, fue un proceso de ida y vuelta, con vaivenes. Es importante destacar los textos herméticos, cerrados del siglo XV, en este periodo, donde se entrecruzan muchas tendencias. En la Edad Media el mago es tenido como demonio, alguien que va en contra del mundo perfecto, es aquel que se sale del orden de lo racional, se basa más en la experiencia y la experiencia es un sin sentido, lo que no se adecua al orden del silogismo, experiencia esta por debajo de la razón, el orden del mal. La Teología representa el orden de la razón, lo que esta más allá ha roto la barrera del orden establecido. La magia representaba que todas las cosas no estaban bajo el orden de Dios, hay una cierta relación de influencia mutua. . 2. La naturaleza es concebida como organismo universal. La naturaleza como organismo universal, la naturaleza como un organismo autosuficiente, un sistema unificado de fuerzas omnipresentes animado por un alma cósmica en la que la distinción entre lo vivo que es el espíritu y lo no vivo que es la materia, pierde su significado, todo está vivo, el universo está vivo, las cosas en ese organismo no ocurren porque algún ser extra natural intervenga en él.

Esta idea surge como evolución del platonismo, del concepto de evolución, Platón distinguía entre el fenómeno y la idea, y aunque la idea estuviera más allá del ser, existía un vínculo entre ellos, nos da una nueva presencia de la idea de lo corpóreo. Para que la naturaleza pudiera entenderse como un problema en sí mismo, debía ser concebida como un todo cerrado, significa que el todo es más importante que las partes, y ellas (las partes) son importantes en cuanto que participan en el todo. Cada uno de los cambios debe entenderse como una relación de los distintos elementos, que es inmanente a ese todo. Pero ese cambio a su vez repercute en el resto del organismo, construye nuevas fuerzas.

En el fenómeno está escrita la idea, esa idea de evolución que existe en Platón. Hay una cierta ordenación espacio temporal, en un fenómeno no hay suficiencia de su contrario, de que lo envuelve. La naturaleza es una solución, sucesión temporal de fenómenos que tienen su propia dinámica, su propia identidad, la mutua identificación de los elementos se identifica con lo vivo. Esto se ve en Agripa (1485 – 1535) para el dice: si queremos entender y conocer de verdad el universo no tenemos más remedio que entenderlo como algo dotado de independencia, con su propia fuerza, no entendía como lo pequeño (Plantas, animales, etc.) y tienen vida, deben derivar de un universo vivo, ya que el universo es la causa de todo. Todos los fenómenos parciales son subordinados a ese todo dotado de vida. Todo se rige por las mismas leyes, las leyes de las cosas vivas.

Primer principio: la independencia de la naturaleza. Principio de la causalidad universal, causas dentro del orden de la naturaleza, todo lo que ocurre tiene consecuencias sobre las cosas. De este principio se derivan los fenómenos de la naturaleza, que no dependen de un agente externo. No hay un demonio que cause los males del mundo, ni un dios que dirige todo, sino que responden a las mismas condiciones de la naturaleza y a sus consecuencias. Todo organismo vivo tiene una fuerza interna, en todas las cosas hay una tendencia interna que lleva a desarrollarse, porque el organismo vivo es el que tiene una tendencia, esa fuerza, tendencia lo que nos permite la variedad de lo concreto. Hay una ruptura con la idea del fin. Tiende a vivir, a desarrollarse, no hacia un fin, no hacia una finalidad, se rompe con el concepto de potencia. Se rompe el concepto aristotélico de potencia y fin, que encerraba demasiadas ambigüedades. La concepción de Aristóteles supone que el cambio se explica por las “formas” a las que tienden las cosas, en la metafísica además no decía que el fin al que tienden todas las cosas es el último motor inmóvil, un ser independiente situado fuera del mundo, al que no le afecta nada de lo que ocurre en el mundo, de esta manera el universo pierde su independencia. Dios se convierte en el motivo de los fenómenos, y cada uno de los fenómenos tenía que ser explicado a partir de una cosa divina, donde lo concreto se pierde, la actividad del mundo seria mera pasividad dirigida desde fuera. Frente a esta concepción, los filósofos de la naturaleza entienden que todo lo creado, llevando en su ser sus propias leyes y el mundo ha sido creado ya con sus propias leyes. El mundo de la explicación religiosa no es el mundo de la explicación de lo teórico. 3. El valor de la experiencia directa. La consideración de una nueva realidad, conlleva la consideración de una nueva forma de acercarse a la realidad, a la que solo nos podemos acercar por medio de la experiencia, la observación directa, el problema es como se explica la relación entre el conocimiento y la experiencia. La experiencia nos permite acercarnos a lo concreto, pero el conocimiento surge de los universales. (el problema de la inducción).LesterLeptura negraParásito de la clemátide

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